La madrugada del domingo 30 de junio, Ucrania fue blanco de un ataque masivo por parte de Rusia, que lanzó 477 drones explosivos y 60 misiles de diferentes tipos. Según reportes de la Fuerza Aérea de Ucrania, fueron neutralizados 475 drones y 39 misiles.
Como consecuencia del ataque, al menos siete civiles resultaron heridos y un piloto de un avión F-16 murió mientras participaba en las operaciones de defensa aérea. Este suceso ha sido catalogado como uno de los mayores bombardeos registrados desde que comenzó la invasión rusa.
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En respuesta a la ofensiva, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reiteró la necesidad de fortalecer las defensas antiaéreas del país y expresó su interés en adquirir sistemas como los misiles Patriot de fabricación estadounidense.
Paralelamente, Zelenski firmó un decreto que plantea la salida de Ucrania de la Convención de Ottawa, tratado internacional que prohíbe el uso, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonales. La decisión, no obstante, deberá ser ratificada por el Parlamento ucraniano y notificada formalmente a la Organización de las Naciones Unidas para que entre en vigor.
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto que amplía el alcance de la Ley de Secretos Oficiales. La modificación permitirá clasificar como información confidencial aspectos relacionados con la política exterior, economía y seguridad nacional, siempre que se considere que su divulgación pueda poner en riesgo la estabilidad del país.
Con información de Excelsior
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