Durante la madrugada del viernes, Israel lanzó una serie de ataques aéreos contra instalaciones nucleares y objetivos militares clave en Irán. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) calificaron la ofensiva como «preventiva, precisa y combinada», afirmando que responde a la agresión continua del régimen iraní.
El operativo, ejecutado en coordinación con el Mossad, incluyó el uso de drones, comandos infiltrados y armamento de precisión. Fuentes de defensa informaron que se logró dañar significativamente el sitio nuclear de Natanz, uno de los principales centros de enriquecimiento de uranio de Irán. Además, confirmaron la muerte de varios altos mandos militares iraníes, entre ellos el jefe de la Guardia Revolucionaria, el comandante de la fuerza aérea y varios científicos nucleares.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, condenó el ataque, calificándolo de «vil» y advirtió que Israel «ha preparado un destino amargo para sí mismo». Mientras tanto, la población iraní recogía escombros en ciudades que no habían sido atacadas desde la guerra con Irak en los años 80. El número de muertos asciende, según medios locales, a al menos 78, con más de 200 heridos, aunque la cifra no ha sido confirmada oficialmente.
Desde Washington, el secretario de Estado Marco Rubio negó que Estados Unidos haya participado en la operación, subrayando que se trató de una decisión unilateral de Israel. Sin embargo, el presidente Donald Trump confirmó haber estado al tanto del plan israelí y pidió a Irán llegar a un acuerdo para evitar una escalada aún mayor.
En Israel, los ataques fueron presentados como parte de la «Operación León Naciente», anunciada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien aseguró que continuarán «durante los días que sean necesarios». Según el mandatario, Irán está más cerca que nunca de fabricar un arma nuclear, lo que representa una amenaza existencial para Israel.
La tensión internacional se intensifica, mientras las negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán parecen haber llegado a un punto muerto. Analistas advierten que el ataque podría acelerar el desarrollo de armamento nuclear por parte de Irán, como forma de disuasión ante futuras agresiones. La región se encuentra en alerta máxima ante una posible escalada mayor.
Con información de BBC
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