Cuatro mujeres mayas de la tercera edad suben al escenario para compartir sus historias personales sobre las violencias que han sufrido desde su infancia. Esta obra de teatro es también un documental y un viaje al pasado para comprender el presente.
La creadora Yaremi Chan presentará en julio «K’AJLAY: Historias de migración», una propuesta de teatro documental comunitario, desarrollada en maya y español.
Esta pieza surge del interés de la directora, de 27 años, por exponer la normalización de la violencia contra las mujeres, especialmente en las comunidades mayas. Las protagonistas, Aurora Huicab, Julia Vázquez, Nelly del Carmen Zuñiga y María del Pilar Padilla, son originarias de Seybaplaya, Campeche, y todas tienen más de 60 años, incluso una tiene 84 y otra 86. Es la primera vez que participan en una obra de teatro.
«Me sorprende la resiliencia de estas mujeres, a pesar de todo lo que han vivido. Siguen aquí, contando sus historias. Son sus testimonios, pero también siguen las indicaciones de la obra de teatro, los trazos escénicos, y esperan su turno para hablar.
«También me asombra la lucidez que tienen a su edad y su capacidad para moverse por el escenario. Me inspiran porque, si la vida me permite llegar a esa edad, quiero tener esa lucidez y capacidad para superar momentos difíciles», comparte Yaremi Chan en entrevista con La Jornada Maya.
«K’AJLAY: Historias de migración» formará parte de la Temporada Olimpo, con presentaciones el 11 y 12 de julio en el Centro Cultural Olimpo y el 13 de julio en el Instituto para el Fortalecimiento de la Lengua Maya. Las entradas para estos eventos cuestan 100 pesos.
Para la clausura, Yaremi ha organizado un encuentro más íntimo en el foro Puerta al Techo, donde habrá sorpresas sobre el trabajo cinematográfico del equipo y elenco de la obra. La última presentación en Mérida será el domingo 14 de julio en Puerta al Techo, con un costo de 100 pesos en preventa y 130 el día del evento.
Yaremi decidió crear una pieza de teatro documental que incluya herramientas visuales, como fotografías del lugar de origen de las protagonistas y sus testimonios, que también funcionan como archivo de denuncia.
«Es una historia que narra sus vivencias de infancia, se remonta mucho al pasado, a sus recuerdos y memorias. Creo que la identidad de un pueblo se configura por la memoria de sus habitantes, por eso llamé a la obra ‘K’AJLAY’, que significa historia en maya. Hablamos de historias de migración porque, aunque algunas viven en Seybaplaya, otras migraron de Pomuch, de Calkiní, y tienen ancestros que emigraron de Yucatán.
«Es una reflexión sobre la constante migración de las personas. Puedes nacer en un lugar, pero tus antepasados probablemente vinieron de otro territorio, y me parece importante mencionarlo, ya que al final son mujeres que emigraron en busca de una vida mejor, aunque a veces no lo lograron», detalla la directora.
La joven creadora apuesta por una obra bilingüe, en maya y español, considerando la significativa pérdida de la lengua maya.
Además, destaca la importancia de contar historias de mujeres, como en todas sus obras, para conocer las diferentes realidades que enfrentan.
«Me interesa que las mujeres podamos inspirarnos, porque la vida a veces es complicada y necesitamos tener referentes».