Carlos Romero Deschamps, quien durante décadas fuese el todopoderoso sindicalista del petróleo mexicano, ha muerto la noche de este jueves a los 79 años debido a un infarto, de acuerdo con fuentes del sector. Su trayectoria estuvo ligada a la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) donde comenzó a trabajar a los 26 años como un conductor de pipa, con los años logró ascender hasta convertirse en el líder máximo de su sindicato en 1993. Durante más de 20 años estuvo al frente de una organización sindical con más de 100.000 trabajadores. Con su ascenso también llegaron las acusaciones de corrupción, un enorme patrimonio marcado por carros de lujo, una colección exclusiva de relojes Rolex, propiedades en resorts y yates.
Polémico, símbolo del sindicalismo posrevolucionario en México, la sombra de la corrupción planeaba sobre él y sus propiedades, pero nunca fue llevado ante el banquillo de la justicia. El nombre de Romero Deschamps estará ligado al de Pemex y al del sindicato que comando en opacidad por 26 años.
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Con información de El País
JR