A partir del 17 de junio de 2025, entró oficialmente en vigor la conocida “Ley Silla”, una reforma a la Ley Federal del Trabajo que garantiza el derecho al descanso en la jornada laboral, especialmente para las personas que desempeñan actividades de pie. Esta medida busca prevenir afectaciones a la salud como várices, fatiga crónica, dolores articulares y lesiones musculares, derivadas de estar de pie de forma prolongada durante la jornada.
La reforma fue aprobada por unanimidad en diciembre de 2024 y modifica los artículos 132, 133, 422 y 423 de la ley. A partir de ahora, los empleadores están obligados a proporcionar sillas con respaldo o habilitar zonas de descanso adecuadas para las y los trabajadores, siempre que sus funciones no requieran una actividad continua. Asimismo, se prohíbe expresamente forzar a cualquier persona a mantenerse de pie durante toda su jornada.
La ley aplica en todo el país, con un impacto particular en sectores como el comercio, atención al cliente, farmacias, supermercados, vigilancia, call centers y restaurantes, entre otros. Aunque la normativa no establece un tiempo específico de descanso obligatorio, expertos en salud laboral han sugerido pausas mínimas de cinco minutos por cada hora trabajada de pie.
El incumplimiento de esta disposición podrá ser sancionado con multas que van desde las 250 hasta las 2,500 Unidades de Medida y Actualización (UMAs), es decir, de aproximadamente 28,000 a 282,000 pesos. Además, las empresas reincidentes podrían enfrentar la suspensión de actividades. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET) habilitarán canales para recibir denuncias, incluso de forma anónima.
La STPS tiene un plazo de 30 días para emitir lineamientos técnicos que establezcan criterios para la prevención de riesgos derivados de posturas prolongadas. Por su parte, las empresas deberán actualizar sus reglamentos internos en un plazo máximo de 180 días.
México se suma así a otros países que adoptaron medidas similares en décadas pasadas, como parte de los esfuerzos por dignificar el empleo y proteger la salud laboral de los trabajadores y trabajadoras que tradicionalmente han visto limitado su derecho al descanso.
Con información de El Universal.
AR