El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó los aranceles a China hasta el 145%, un incremento confirmado por la Casa Blanca. Este ajuste se agrega a la medida del 125% anunciada previamente y responde a lo que Trump describió como la «falta de respeto» de Pekín a los mercados internacionales.
A su vez, se mantiene el gravamen del 20% impuesto a China antes de la guerra comercial que comenzó en abril, en la que el presidente ha intensificado su postura frente a varios países.
Sin embargo, Trump también autorizó una pausa de 90 días en los aranceles más elevados para decenas de países, incluidos los de la Unión Europea, Tailandia y Vietnam. Durante este periodo de suspensión, los países afectados tendrán un arancel universal del 10%, con la excepción de China, México y Canadá, que ya estaban exentos de los gravámenes «recíprocos».
Esta pausa se da en un momento en que más de 75 países se han comunicado con el gobierno de Trump para encontrar una solución a los problemas comerciales y arancelarios.
En medio de este anuncio, varios senadores demócratas han solicitado una investigación sobre si Trump incurrió en tráfico de información privilegiada o manipulación del mercado. Esto surge después de que Trump animara a la gente a comprar acciones justo antes de su cambio en la política de aranceles.
El senador de California, Adam Schiff, cuestionó si alguien en la administración conocía con antelación el cambio de postura de Trump, mientras que otros miembros del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes acusaron al presidente de estar involucrado en un «esquema de manipulación de mercado».
El mandatario también destacó que su relación con China sigue siendo tensa, y aunque expresó confianza en que se alcanzará un acuerdo, los aranceles sobre los productos chinos se mantendrán en su nivel más alto. Por otro lado, los mercados internacionales respondieron positivamente al anuncio de la pausa, con Wall Street registrando subidas históricas, con el índice S&P 500 subiendo un 9,5% y el Nasdaq un 12,1%.
Trump explicó que la decisión de suspender los aranceles más elevados fue tomada debido a la solicitud de varios países que buscan resolver las disputas comerciales de manera negociada. Aunque el presidente sigue firme en sus negociaciones con China, el secretario del Tesoro, Scott Bessenet, mencionó que el aumento a los aranceles a China se debía a la respuesta de Pekín a las medidas de EE.UU.
La pausa arancelaria fue recibida con alivio por los mercados, que habían sido golpeados por la incertidumbre en días previos. Sin embargo, los analistas advierten que las tensiones comerciales continuarán mientras se busque una solución a largo plazo, especialmente con respecto a China.
Con información de El Economista
bvp
