La violencia por el narcotráfico en Sinaloa tiene paralizada a la economía. Empresas y comercios han tenido que cerrar sus puertas o ajustar sus horarios. También han recortado personal. No pueden trabajar libremente por la escalada de hechos delictivos, así como los alumnos no han podido regularizar la asistencia a las escuelas.
Desatada abiertamente desde el 9 de septiembre, la guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa de “Los Chapitos” y “Los Mayitos” alcanzó ya a amedrentar al turismo, que suele abarrotar las playas de Mazatlán, y tiene también otras consecuencias, como los robos y extorsiones, y en algunos casos cobro de piso.
Y es que Culiacán ya no cuenta con seguridad pública desde el primer día de enfrentamientos, es decir, hace ya más de un mes.
La situación se agravó con el desarme de la policía municipal de parte del Ejército. No hay policía municipal en las calles. Tampoco agentes de tránsito, señala Proceso.
En redes sociales se puede dar cuenta de ello. No solamente por las noches, horario del designado toque de queda para la ciudad, también durante el día ocurren robos.
En Culiacán, una tienda ferretera fue saqueada por hombres armados y encapuchados. El establecimiento, en el sector Santa Fe, al norte de la ciudad, fue saqueado con pérdidas de por lo menos 150 mil pesos en artículos. El hecho ocurrió la mañana del 10 de octubre.
Menos de 24 horas más tarde se reportaron otros tres robos a gran escala en la ciudad. En una plaza al poniente norte, en el sector Valle Alto, una retroexcavadora rompió una pared para sustraer un cajero automático de una plaza comercial. Ocurrió durante las primeras horas del día 11.
El pesado vehículo derribó el muro, pero los ladrones no lograron completar la faena. Tirar un muro lleva cierta cantidad de tiempo y el vehículo pesado para nada es veloz… ni silencioso. Sin embargo no hubo detenidos.
Casi de forma simultánea, a unos 20 kilómetros de distancia, una plaza en el sector Barrancos fue escenario de otro robo por un grupo armado. Lograron dañar un local de celulares y robar ropa y otros artículos. Tampoco hubo detenidos.
En la colonia Buenos Aires, delincuentes irrumpieron en una agencia de motocicletas. La cortina metálica que protege al establecimiento fue reventada y del interior sustrajeron alrededor de 50 vehículos, entre motos y cuatrimotos. Ningún detenido.
Los grupos armados circulan con libertad, no solamente en las noches, a veces también a plena luz del día, y los comercios, desde pequeños establecimientos hasta plazas comerciales, son presa del crimen.
Esto ha generado mucha preocupación en las cámaras de comercio locales.
La mañana del viernes 11, el Consejo Intercamaral de Culiacán brindó datos sobre las pérdidas, que se calculaban entonces en 625 mil millones de pesos, y la eliminación de alrededor de 2 mil empleos.
Así lo informó Martha Elena Reyes Zazueta, presidenta de Coparmex Sinaloa.
“Nosotros como empresarios estamos preocupados de cómo vamos a atender los problemas laborales. Se están cerrando de inmediato empresas restauranteras, en otras se van a recortar horarios y vacantes, y queremos saber cómo lo vamos a tratar. Estamos preocupados y empezando a ver cómo le podemos hacer porque queremos respetar el derecho y la ley”, señala.
La empresaria citó además la probabilidad de que el impacto sea aún mayor si el problema de inseguridad se prolonga durante este mes.
Pero los robos no son cosa nueva durante esta batalla. Apenas dejaba la ciudad Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, cuando un grupo de ladrones, en una camioneta de redilas, irrumpió la noche del 9 de octubre en un establecimiento de bicicletas especializadas. El monto total del robo asciende al millón de pesos.
García Harfuch estuvo en la ciudad, se informó, para plantear nuevas estrategias frente a esta violencia.
Acudió acompañado del titular de la Defensa Nacional, el general Ricardo Trevilla.
Por otro lado, centros nocturnos cambiaron su horario para realizar tardeadas. El horario de atención comienza a las 2 de la tarde y no se prolonga más allá de las 10 de la noche, aunque la mayoría deja de tener comensales desde las 8.