Ante la necesidad de desarrollar una vacuna contra la Enfermedad de Chagas, especialistas del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) están investigando los hongos asociados a las raíces del tzitzilché, un árbol medicinal y melífero característico de la región, con el objetivo de crear un biológico que contrarreste los efectos de este padecimiento.
Cifras de la Secretaría de Salud federal indican que en 2023 se registraron 53 casos positivos de tripanosomiasis americana, conocida como Enfermedad de Chagas. En 2022, el acumulado fue de 66 casos. Este año, hasta el 22 de junio, se han confirmado 22 casos de la enfermedad, que transmite el parásito Trypanosoma cruzi a través de la picadura de la chinche besucona (conocida como “pic”).
El estudio del ITM propone un método de propagación sustentable del tzitzilché, una especie nativa de la Península de Yucatán que ofrece beneficios ambientales y económicos, como la conservación de acuíferos y la resistencia a huracanes. La miel obtenida de los cultivos de tzitzilché genera ingresos significativos por exportaciones, beneficiando a los productores locales. Sin embargo, la especie enfrenta amenazas como la deforestación, la urbanización y los incendios. Los investigadores del ITM están estudiando los hongos asociados a las raíces de tzitzilché para permitir su conservación sin el uso intensivo de agroquímicos y pesticidas, contribuyendo así a la fertilidad del suelo y potenciales aplicaciones agronómicas de bajo impacto ambiental.
Los hallazgos científicos serán presentados por Denis Israel Magaña Ortiz y el estudiante Felipe Chan Hau, junto con las alumnas Montserrat Tum Rodríguez y Jennifer Martínez Contreras, quienes realizan estancias de investigación en Querétaro.
En este sentido, luego de la participación de investigadores y estudiantes del ITM en la 16ª Conferencia Europea sobre Genética Fúngica en marzo de 2023, celebrada en Innsbruck, Austria, el profesor investigador Denis Israel Magaña Ortiz, del departamento de Ingenierías Química, Bioquímica y Ambiental, dijo que actualmente no existen tratamientos efectivos ni vacunas aprobadas para esta enfermedad, que puede causar graves complicaciones en órganos internos e infartos fulminantes.
Magaña Ortiz, quien también dirige las investigaciones del ITM y es docente de la Maestría en Ciencias de los Alimentos y Biotecnología, destacó la colaboración con otras instituciones, como la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Uno de los proyectos destacados es “Biofábricas en hongos filamentosos: plataformas de producción de proteínas en el hongo Aspergillus para el tratamiento y prevención de Leishmaniasis y Chagas”, desarrollado conjuntamente por investigadores del ITM, el Centro de Investigaciones Regionales (CIR) “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY y el Centro de Física Aplicada de la UNAM en Juriquilla. Esta investigación busca desarrollar una estrategia para producir prototipos de vacunas utilizando tecnología de ADN recombinante y hongos filamentosos aprobados para la industria y la alimentación humana.
Otra investigación relevante es “Nuevas relaciones ectomicorrízicas en la selva maya: identificación molecular de especies de hongos asociadas a las raíces de Gimnopodium floribundum (tzitzilché)”, realizada en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado de Yucatán.